Las semillas de lupino se puede emplear para producir embutidos bajos en grasa.
Eisner presentó un sustituto de leche a base de proteínas de lupino (altramuz), dijo ser adecuado para la producción de helados y queso.
El consumo mundial de carne roja se ha cuadruplicado desde 1961, situación por la cual, las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) esperan duplicar la producción mundial de carne para el año 2050.
Producir un kilogramo de carne consume entre 7 y 16 kilogramos de cereal que se emplea para la alimentación animal, dijo Peter Eisner, del Fraunhofer Institute for Process Engineering and Packaging de Alemania.
En comparación con la producción de carne, el cultivo de plantas como fuente de alimento tiene un menor impacto sobre la tierra, se necesitan 40 metros cuadrados para producir un kilogramo de carne, el mismo espacio podría producir 120 kilogramos de zanahorias u 80 kilogramos de manzanas.
Por ejemplo, para la siembra de semillas de girasol, que se utiliza para la producción de petróleo, los residuos sirven como alimento de baja calidad para el ganado. Como resultado, a partir de una parcela de 2.5 acres (1 acre= 0.4047 hectáreas) de tierra se obtienen alrededor de 950 euros. Si todos los componentes fueran procesados y se convirtieran en materia prima de alta calidad para los alimentos, los cosméticos y la industria del combustible, la misma porción generaría 1770 euros de ingresos.
Actualmente, se puede esperar que ingredientes alimenticios hechos a base de plantas desempeñen un papel importante como sustituto de materias primas de origen animal.
Eisner presentó un "sustituto de leche" a base de proteínas de lupino (altramuz), dijo ser adecuado para la producción de helados y queso, no contiene lactosa, tiene un sabor neutro, es libre de colesterol y rica en ácidos grasos poliinsaturados.
Las semillas de altramuz también son el ingrediente básico de una proteína vegetal aislada con propiedades semejantes a la grasa que ha sido desarrollado por la investigadora Daniela Sussmann.
Un método de producción especial que se aplica a la semilla de lupino produce una suspensión de proteína de alta viscosidad con una consistencia muy cremosa.
La estructura microscópica de este producto se asemeja a la de las partículas de grasa en la carne de salchicha, así que se puede utilizar para producir embutidos bajos en grasa que tienen un sabor tan bueno como el original.
Dado que los embutidos se encuentran entre los alimentos con mayores niveles de grasa, éste sería un paso en la dirección correcta. En promedio, un alemán se come 31 kilos de embutidos al año, dando como resultado una población con sobrepeso y enfermedades cardiovasculares. Si parte de la grasa se puede sustituir con proteínas procedentes de plantas, todos se beneficiarían, incluso el medio ambiente porque las plantas se pueden producir de manera más sostenible que la carne.
Fuente:
Resumen Nota de Prensa, Reforma
Enero 4, 2011
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