lunes, 6 de junio de 2011

La E. coli se esconde en la soja



Las autoridades alemanas estrechan el cerco y van dejando víctimas a su paso. Después de acusar injustamente a los pepinos españoles y señalar a un restaurante de Lübeck como focos de la infección, parece que ya están cerca de localizar el origen del brote de E. coli que está colapsando el sistema sanitario alemán y que ha provocado infecciones en una docena de países.
Ahora, las autoridades alemanas han puesto en el punto de mira una plantación de brotes de soja en Bienenbuettel (70 kilómetros al sur de Hamburgo), por ser sospechosa de haber provocado la infección del E. coli, que ya se ha cobrado la vida de 22 personas. El ministro regional de Agricultura, Gert Lindemann, anunció el resultado de las últimas investigaciones, que apuntan a semillas germinadas, aunque precisó que las conclusiones definitivas del laboratorio se conocerán. De todas formas, se ha prohibido el consumo de soja en todo el país y se ha pedido precaución con el resto de hortalizas y legumbres.
La empresa distribuidora de la que proceden estas semillas ha sido cerrada de inmediato de manera preventiva y se han incautado todos los productos que tenían almacenados, así como los que ya estaban preparados para salir al mercado. De hecho, estos brotes ya se habían comercializado de forma directa o mediante intermediarios a diversos restaurantes de Hamburgo, Schleswig-Holstein, Mecklemburgo-Pomerania Anterior, Hesse y Baja Sajonia. Según fuentes ministeriales, hay 18 tipos sospechosos de semillas germinadas que se utilizan para aderezar y acompañar las ensaladas, entre las que se encuentran las de brócoli, guisante, garbanzo, judía, ajo, lenteja y rábano.
El ministro de Agricultura germano, Gert Lindemann, recordó que en la granja clausurada se cultivan hierbas frescas, flores, frutas y patatas, y que dos de sus trabajadores han enfermado por la cepa agresiva de la bacteria. En cuanto al posible origen de la infección, todo apunta a que fue debido a agua contaminada. En este sentido, Lindemann dijo que en la explotación no se utilizan abonos orgánicos y que los brotes de soja contaminados se producen con vapor de agua a 38 grados, unas condiciones muy favorables para que cualquier tipo de bacteria se multiplique.
En cambio, todavía no se descarta ninguna posibilidad. «Puede que el agua esté contaminada, pero también existe la posibilidad de que la bacteria se encuentre en las semillas, compradas en Alemania y otros países», aclaró. Por ello, el ministro instó a todos los alemanes a no comer brotes hasta nuevo aviso: «Las autoridades no pueden descartar otras posibles fuentes e instó a sus conciudadanos a que sigan evitando la ingesta cruda de tomates, pepinos y lechugas».
En cuanto al número de enfermos, las autoridades teutonas indicaron que han fallecido 21 personas en Alemania y una en Suecia y que el número de infectados en el país es de 2.153. Entre ellos, 627 han desarrollado la variante más grave y destructora de la enfermedad, que puede causar insuficiencia renal. Estados Unidos y diez países de la Unión Europea han notificado otros 90 casos de infectados.

Autor:   A. Robledo/ P. Rodríguez
Fuentehttp://www.madrimasd.org

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