jueves, 20 de enero de 2011

Manejo de Plagas en el Procesamiento de Alimentos Sin Utilizar Bromuro de Metilo.



Dado que está programado eliminar el uso de bromuro dee metilo bajo el marco del Protocolo de Montreal de Sustancias que dañan la Capa de Ozono, se presentan alternativas viables para su sustitución.
El bromuro de metilo se utiliza actualmente en fumigaciones. Los procedimientos para su aplicación están bien establecidos. Sin embargo, está programado eliminar su uso bajo el marco del Protocolo de Montreal de Sustancias que daña la Capa de Ozono. Utilizar bromuro de metilo, en la etapa anterior a la eliminación o después de la eliminación bajo criterios de exención definidos, deben realizarse dentro de una estrategia general de IPM (Manejo Integrado Eficaz de plagas, por sus siglas en inglés).
 Actualmente existen otras técnicas o productos que se están utilizando o están en desarrollo; varias combinaciones de estas técnicas pueden ser las propuestas más prometedoras.
No es probable que sea un solo tratamiento el que reemplace al bromuro de metilo en las plantas procesadoras de alimentos. Se puede requerir una combinación de métodos, utilizados juntos o en diferentes  tiempos con otros componentes de la estrategia IPM.  Cualquier tratamiento con pesticidas se debería usar como un componente de toda la estrategia de manejo integral. La elección del tratamiento será una situación específica para enfrentar problemas específicos y pueden ser desde tratamientos localizados a tratamientos completos según sea necesario. Se debe consultar a expertos en control de plagas para determinar la gama de productos disponibles. Antes de cualquier aplicación, es importante leer la etiqueta para asegurar que el producto se puede aplicar en una planta procesadora de alimentos y determinar si existe alguna restricción, condiciones o equipo de seguridad requerido para su uso. Todos los pesticidas se deben almacenar, manipular y utilizar de acuerdo a las instrucciones de la etiqueta.
Cebo y Captura
Hay dos tipos de cebo que pueden formar parte del programa IPM. Las trampas para insectos están disponibles para cucarachas y hormigas. Este debe de ser el principal tipo de material a utilizarse dentro de una planta cuando se justifica el uso de pesticidas. Las trampas con feromonas también se utilizan en algunos lugares para reducir la población de insectos como los escarabajos, la polilla India y la polilla Mediterránea de la harina en almacenes y molinos de harina.
El uso de trampas con feromonas para el control de plagas incluye trampas con densidades 10 veces mayores que las utilizadas para monitorear, modificar el diseño de la trampa para prevenir la sobrecarga de insectos, o el uso de tarjetas cubiertas con un insecticida que actúe más rápido; cipermetrin combinado con feromonas. 
Una limitación de esta propuesta es que no habría control de los escarabajos rojos y escarabajos de la harina; plagas comunes en almacenes y plantas procesadoras de alimentos. También, las poblaciones iniciales
deben ser bajas y pueden pasar meses antes de que ocurra una reducción en la población. Los cebos para roedores deben colocarse en trampas y afuera de la planta, en lugares designados específicos. Deben ser aseguradas en el exterior de las instalaciones y se debe indicar su posición en un mapa de localización. Debe recalcarse que la sanitización es crítica cuando se emplean cebos para roedores e insectos.
Piretrinas y Organofosfatos Naturales y Sintéticos.
Son los principales grupos de insecticidas para uso estructural. Las formulaciones están disponibles en varias concentraciones para una variedad de aplicaciones. Un método particularmente útil y frecuentemente usado es el de aplicar el insecticida en pequeñas partículas suspendidas en el aire, método referido como ULV (Volumen ultra bajo, por sus siglas en inglés), ó Dosis Ultra Baja (ULD). El equipo ULV/ULD rompe al insecticida en pequeñas partículas por medio de una acción mecánica y velocidad alta de aire. El tamaño óptimo para el control efectivo de insectos es de uno a 30 micrones. Arriba de 30 micrones, las partículas del insecticida caen rápidamente y no penetran grietas ni hendiduras sobre el nivel del piso. Además, se utiliza mayor cantidad de insecticida. Las partículas de menos de un micrón producen nebulizaciones térmicas.
Las nebulizaciones térmicas se suspenden bien pero no afectan a los insectos tan bien como las partículas mayores a un micrón. Se requiere de capacitación específica para aplicar ULV. ULVs juegan un papel en el Programa IPM. Son muy efectivos para eliminar insectos voladores como polilla India, polilla del tabaco y moscas. Sin embargo ULVs no resolverán el problema. Se debe descubrir la fuente de infestación y eliminarla. 
Para el tratamiento de grietas y hendiduras generalmente se utilizan formulaciones de insecticidas líquidos o en aerosol. El material se aplica en pequeñas cantidades a las áreas de probables anidamientos o en áreas infestadas. Los insecticidas aplicados pueden tener una actividad residual o no residual. Tratamientos en Exteriores incluyen aplicar insecticidas de acción residual a bordes, cimientos y suelo adyacente a los cimientos. Este método es útil para controlar los insectos del exterior, los cuales pueden convertirse en una molestia o invadir si la población aumenta. Los productos utilizados podrían ser piretroides sintéticos, clorpirifos en líquido o forma granular, diazinón en líquido o forma granular.
El calor se ha utilizado exitosamente en varias ubicaciones para tratar una instalación. Un tratamiento generalmente requiere de alcanzar una temperatura entre 51 y 57°C por un periodo de 24 horas. Los tratamientos térmicos son más viables en plantas que tienen fuentes de calor pero también se usan unidades portátiles de calentamiento para el tratamiento de camiones, trailers y edificios. Es importante la circulación de aire para que se distribuya el calor dentro de las instalaciones.
La frecuencia de los tratamientos térmicos dependerá de la instalación. Los costos estimados para cuatro a seis tratamientos térmicos al año son similares a dos fumigaciones con bromuro de metilo además del gasto inicial del equipo. Durante el tratamiento térmico, el equipo o productos susceptibles a daños por el calor deben sacarse, almacenarse en cuartos con aire acondicionado o aislarse. Se utilizan insecticidas de contacto en los bordes para impedir que se escapen los insectos. Se pueden utilizar temperaturas bajas para reducir la velocidad de desarrollo, alimentación y fecundidad de los insectos, así como para reducir su supervivencia. Esta técnica se usa principalmente para el almacenamiento a  granel, ya sea por medio de refrigeración o por exposiciónal aire en climas fríos. La técnica también se ha utilizado para controlar insectos en plantas procesadoras de alimentos, por ejemplo en salidas de corrientes de aire helado en molinos de harina. Para conducir la salida de aire helado, el edificio debe estar bien limpio y sin existencias. Las líneas de agua se deben vaciar y llegar con anticongelante o protegerlas del frío así como sacar el equipo sensible y aislarlo. Los ventiladores se usan para introducir el aire frío y bajar rápidamente las temperaturas de la instalación. En general las temperaturas necesarias para controlar insectos son de aproximadamente –20°C por un minuto, -10°C por uno a siete días, o 0°C por una semana a un mes, dependiendo del tipo de plaga y la velocidad de penetración de frío a todas las áreas de la instalación. 
El uso de salidas frías o congeladas se restringe a los meses de invierno y solo son posibles en algunas instalaciones. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, el manejo integral de insectos sin bromuro de metilo requerirá del uso de una variedad de técnicas que necesitan adaptarse a las necesidades locales. El uso del frío podría ser por tanto valioso en ciertos casos. El frío también se puede usar para tratamientos más específicos. Se pueden instalar tubos pequeños para aire frío dentro del equipo, por ejemplo, para disminuir la temperatura del aire a un nivel que baje o elimine la reproducción de insectos. Esto es especialmente útil para equipos que presentan una plaga en especial o problemas de limpieza.
El gas fosfina se genera por la reacción del fosfuro metálico con la humedad atmosférica. Los gránulos de fosfuro de aluminio y las tabletas están registradas para su uso en Canadá. El fosfuro de magnesio está registrado y se espera que se utilicen productos de fosfuro de magnesio en un futuro cercano. Se han propuesto y desarrollado una variedad de mecanismos, incluyendo el uso de cilindros de gas comprimido mezclado con dióxido de carbono, o haciendo reaccionar gránulos de fosfuro con agua y dióxido de carbono (Generador Horn). Utilizados por sí solos, se requieren concentraciones relativamente altas y largos tiempos de exposición, por ejemplo, dosis iniciales de 900 a 1200 ppm y concentraciones finales son de 200 a 400  ppm por 36 a 48 horas. 
Una preocupación que ha surgido es el potencial de corrosión de ciertos metales durante los tratamientos con fosfuros. Evidencia anecdótica ha sugerido que puede ser bastante seria para controles computarizados y sistemas de teléfonos, y alguna información sugiere que el cobre y el cobre que contiene compuestos son muy susceptibles. Además, existe la preocupación de que fumigaciones repetidas puedan aumentar el riesgo de corrosión. Estudios recientes iniciados por el Grupo de Trabajadores Gubernamentales de la Industria del Bromuro de Metilo de Canadá-U.S., han proporcionado puntos de vista de los parámetros que pueden afectar la corrosión. Éstos y estudios subsecuentes deberán proveer resultados que permitan a los fumigadores seleccionar los mejores parámetros de operación para reducir el riesgo de corrosión.
Una técnica que puede usarse para sellar áreas sensibles como los cuartos de control eléctricos es llenarlos con dióxido de carbono a presión positiva. Además, usar fosfina en combinación con otros tratamientos puede reducir el riesgo de corrosión. 
Se ha sabido de la resistencia de las plagas a la fosfina, particularmente bajo condiciones de uso frecuente con sellado deficiente de las estructuras antes de los tratamientos. Es importante seguir cuidadosamente las indicaciones de la etiqueta más reciente para dosis y condiciones de uso para poder asegurar una eficacia continua del producto. Cualquier involucrado en tratamientos con fosfina debe consultar el manual del operador Canadiense, que se distribuye con el producto. Este manual se desarrolló recientemente bajo una iniciativa de mejorar la etiqueta, intervinieron la industria y los organismos reguladores. Cuando se usa fosfina, la adopción de un programa general IPM puede contribuir a un uso más específico del producto y por tanto a una reducción potencial del desarrollar resistencia. 
Tierra diatomea (DE) se extrae de un depósito geológico formado por esqueletos fosilizados de diatomeas. Los fósiles de diatomeas son dióxido de silicón amorfo. La DE funciona como un insecticida al absorber la cobertura cerosa de los cuerpos de los insectos produciéndoles la muerte por secado. La DE está registrada para una serie de aplicaciones comerciales como insecticida, incluyendo su uso en granos, almacenamiento de granos y contenedores para transporte, en plantas procesadoras de alimentos y molinos de harina. Se usa principalmente en áreas específicas como un tratamiento local o para el tratamiento de la superficie de los contenedores. También se puede aplicar dentro de cuartos de control eléctrico y en espacios muertos junto a
paredes antes de que se cierren. Los métodos de aplicación incluyen plumeros manuales o eléctricos o en líquido.
Una consideración importante para el uso de DE es que su efectividad se reduce a humedades relativas altas. Estudios recientes han examinado el uso de DE en conjunto con calor para el tratamiento de instalaciones. Se ha utilizado una combinación de calor y DE en experimentos de laboratorio y a escala piloto en plantas comerciales. El uso de DE es un tratamiento efectivo a una temperatura menor que la normalmente utilizada para tratamientos térmicos de instalaciones. Aunque los resultados de las pruebas no sean representativos para el tratamiento completo de una planta, el efecto sinergístico del calor y DE puede reducir el tiempo y calor necesario para conducir un tratamiento efectivo de la planta.
También se tiene experiencia en el uso de una combinación de calor, fosfina y dióxido de carbono. El calor y el dióxido de carbono aumentan la respiración en insectos, permitiendo reducir la concentración de fosfina para un efecto de control. Niveles más bajos de fosfina reduce el potencial de corrosión. Un tratamiento combinado típico sería incluir calor a la instalación hasta tener de 30 a 38°C, añadir dióxido de carbono a una concentración de tres a siete por ciento, y fosfina en gas a una dosis inicial de 150 a 500ppm. El control puede lograrse en 24 a 36 horas. Estos valores son comparables a una temperatura superior de 50°C para un tratamiento térmico único, o una dosis inicial de fosfina de 900ppm o más cuando se utiliza sola. Este tratamiento combinado requiere de un seguimiento cuidadoso y control de temperatura y gases. Además, se requieren mayores cantidades de dióxido de carbono. Sin embargo, se han realizado fumigaciones exitosas de este tipo en Estados Unidos y como prueba en Canadá.  
Fuente:
Integrated Pest Management in Food Processing: Working Without Methyl Bromida/Methyl Bromide Industry Government Working  Group Canadá, 2009.

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