La ciencia cree que está tocando la puerta de acceso a una “molécula milagro” que permitiría desarrollar fármacos capaces de prolongar la vida, contrarrestar los efectos de la edad y reducir el impacto de enfermedades vinculadas al envejecimiento.
Navegando hacia una “píldora del vino” científicos de la farmacéutica Sirtris han hallado la forma de activar SIRT-1, un gen que controla el proceso del envejecimiento y se pone en marcha en condiciones de restricción calórica severa.
Se sabía que el resveratrol, un compuesto antioxidante presente en la uva y el vino tinto, también era capaz de activar el mismo gen. Pero para conseguir un efecto positivo del resveratrol era necesario beber un alto porcentaje de vino.
Desde que el resveratrol saltó a la fama científica en 1997, David Sinclair empezó a buscar una fórmula para sacarle partido al antioxidante de la uva. Sus investigaciones dieron sus frutos el año pasado al demostrar, también en ratones, que el resveratrol podría neutralizar la insana ingesta de una dieta rica en grasas.
Tras corroborar los efectos beneficiosos del resveratrol, el grupo de Sinclair buscó una fórmula mejorada. Las nuevas moléculas que se dirigen a SIRT1 «marcan un hito», asegura Westphal, autor principal del estudio.
«Son los primeros compuestos, diseñados para actuar en genes que controlan el envejecimiento. Lograremos los mismos beneficios saludables del resveratrol, pero con una dosis más baja».
Esta potente «píldora de la longevidad» ha demostrado que mejora la sensibilidad de la insulina, los niveles de glucosa y potencia también la maquinaria celular. Al incrementar la energía de las células, acelerando su velocidad de reproducción también se logran comportamientos biológicos más juveniles en el organismo.
Sirtris ha logrado la vía para desarrollar una potente «píldora del vino» con la que mejorar el deterioro del envejecimiento y sus efectos. La diabetes del adulto es uno de sus objetivos. Pero, no la única. Aunque estos descubrimientos están lejos de poder probarse ya en humanos, las nuevas moléculas abren una importante vía terapéutica para luchar contra la obesidad, síndromes de envejecimiento prematuros, el cáncer o quizá el alzheimer.
La prestigiosa revista «Nature» recoge en noviembre los experimentos de Sirtris y muestra cómo ratones obesos mejoraban sus niveles de glucosa en sangre y su sensibilidad a la insulina.
Fuente:
mipunto.com
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