martes, 8 de febrero de 2011

Primeras Directrices Mundiales para Reducir los Descartes en la Pesca



Ilustracion
Las primeras directrices de carácter mundial para la ordenación de las capturas incidentales y la reducción de descartes en la pesca fueron publicadas  por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Las directrices deben presentarse ahora para su aprobación al Comité de Pesca, que se reúne en Roma a finales de mes. El documento fue acordado por expertos en política pesquera de 35 países reunidos por la FAO el pasado mes.
Las directrices cubren todos los tipos de pesca incidental, incluyendo los descartes, es decir, los peces atrapados de forma accidental en las redes y que se devuelven al mar muertos o agonizantes. Estas prácticas amenazan la sostenibilidad a largo plazo de muchas pesquerías y afectan negativamente a los medios de subsistencia de millones de pescadores y trabajadores de la industria pesquera.

Las capturas incidentales pueden incluir especies amenazadas, alevines, tortugas, aves marinas, delfines etc. En función del tipo de definición utilizada, estas capturas pueden sobrepasar en la actualidad los 20 millones de toneladas anuales. En algunos países, las capturas incidentales tienen valor económico, ya que se consumen, haciendo difícil estimar la dimensión del despilfarro.
"Estas son las primeras directrices que abarcan a todas las especies afectadas por los artes de pesca", aseguró Frank Chopin, experto de la FAO en tecnología pesquera. Las directrices  amplían los principios de ordenación pesquera a todas las especies y todos los ámbitos. Aunque el Código de Conducta para la Pesca responsable hace referencia a la pesca incidental y los descartes, estas directrices desarrollan de forma más clara la forma en que los países deben afrontar estos problemas en la práctica.
Chopin destacó que los propios países eran los que habían solicitado las directrices sobre la pesca incidental, y que se trata de otro importante paso adelante hacia la aplicación de un enfoque ecosistémico a la gestión de la pesca.
Las directrices abarcan la planificación de la ordenación de las capturas incidentales, la mejora de los aparejos de pesca, el cierre de pesquerías, los incentivos económicos que faciliten la adopción de medidas adecuadas, la vigilancia, investigación y desarrollo y la creación de capacidad de los países para el cumplimiento de las directrices, además de otras cuestiones de importancia.
Chopin indicó que se había prestado atención de forma que las directrices no supongan una carga excesiva para los pescadores artesanales pobres y para los países en desarrollo. Las directrices hacen énfasis en la realización de una evaluación de la situación para detectar previamente si existe algún problema. El impacto a nivel social, económico y biológico de la aplicación de estas directrices debe estudiarse en cada caso.
Fuente:
FAO

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