Cuando una persona tiene predisposición a padecer migrañas, el consumo de productos como el queso curado, el vino tinto, el café, el chocolate y los que poseen glutamato monosódico y aspartamo pueden acelerar su aparición
20 Noviembre
La gran mayoría de los pacientes con migraña asocia algunos alimentos como desencadenantes de las mismas. Chocolate, queso curado, conservas, alcohol, café y ciertos aditivos alimentarios como el glutamato monosódico o el asparmato protagonizan la lista de productos que traen de cabeza a un gran número de españoles.
El doctor Ambrosio Miralles, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Infanta Sofía de Madrid, asegura que «según estudios centrados en el análisis de precipitantes de migrañas, cerca de un 27 por ciento identificaron diversos alimentos o aditivos con su aparición. Estos alimentos no la aceleran ni la hacen más grave, pero áquellos que sean más susceptibles a uno o varios productos, si los ingieren, pueden desencadenarles un episodio. Probablemente, la composición de determinados alimentos o aditivos interfieran aumentando o disminuyendo la liberación o acción de neurotransmisores y neuromediadores que afectan a la regulación local del flujo sanguíneo cerebral».
El doctor Ambrosio Miralles, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Infanta Sofía de Madrid, asegura que «según estudios centrados en el análisis de precipitantes de migrañas, cerca de un 27 por ciento identificaron diversos alimentos o aditivos con su aparición. Estos alimentos no la aceleran ni la hacen más grave, pero áquellos que sean más susceptibles a uno o varios productos, si los ingieren, pueden desencadenarles un episodio. Probablemente, la composición de determinados alimentos o aditivos interfieran aumentando o disminuyendo la liberación o acción de neurotransmisores y neuromediadores que afectan a la regulación local del flujo sanguíneo cerebral».
Más facilidad
La tiramina, la histamina y la feniletilamina –presentes en los quesos y carne curados, vino tinto, pescados ahumados, extractos de levadura, alimentos fermentados y cacao–, «actúan liberando catecolaminas como la noradrenalina y serotonina en las terminaciones nerviosas. No son de los alimentos que más producen directamente cefaleas, pero sí están más relacionados con la precipitación de episodios de migraña», matiza Miralles. El glutamato monosódico, un tipo de saborizante, y el aspartamo, un edulcorante, sí parece que guardan una estrecha relación con la aparición de la migraña. «Al ser un vasodilatador, se puede producir una cefalea por la toma de glutamato. También se conoce como el “síndrome del restaurante chino” y forma parte de platos y caldos preparados», advierte el doctor Manuel Díaz Insa, coordinador del Grupo de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN). En cuanto al aspartamo, Miralles recuerda que «se trata de un edulcorante muy potente, pero su capacidad de producción de cefalea se relaciona más con su consumo continuado que con una ingesta ocasional».
En esta misma línea se sitúa la doctora Juana Morillas, profesora del Departamento de Tecnología de la Alimentación y Nutrición de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, quien añade que «los conservantes cárnicos como el nitrito y el colorante tartrazina, después de tomarlos aumentan la probabilidad de que se desencadene la migraña en aquella persona que las padece de forma habitual». Tampoco hay que olvidar al alcohol que, según Díaz, «está reconocido como un desencadenante de migraña, sobre todo cuando hay burbujas de por medio como refrescos, cava o champán. De hecho, muchos médicos piensan que la resaca es un tipo de migraña». La ingesta de este tipo de bebidas «desencadena en forma de migrañas en el 11 por ciento de los pacientes», matiza Morillas.
Más allá de ciertos alimentos, el hecho de pasar varias horas sin comer también puede convertirse en el mejor caldo de cultivo para desatar una migraña. «El ayuno relacionado con la hipoglucemia se ha descrito como precipitante de crisis de migraña hasta en el 57 por ciento de los afectados. Probablemente estén implicados una alteración en los niveles de serotonina y noradrenalina que acaban causando una vasodilatación», afirma Miralles. Por ello, la mejor solución reside, según Morillas, «en tener una regulación en el horario de las comidas».
Aliados
Por contra, parece que sí existen ciertos alimentos que pueden ser de gran ayuda para evitar episodios de migraña. En concreto, «la vitamina B2 o riboflavina, cuando se administra en dosis de 400 miligramos al día, previene que la mitad de los pacientes sufran una crisis. Esta vitamina se encuentra en alimentos como las almendras, el hígado, los champiñones y las sardinas», recomienda Morillas. También se ha especulado mucho sobre el papel preventivo que ejerce el magnesio. A este respecto, Miralles sostiene que «podría estabilizar la excitabilidad de las membranas celulares, pero también se ha visto que las dietas pobres en grasas o suplementadas con ácidos grasos omega-3 poseen un efecto beneficioso sobre las migrañas». En el caso de padecer una crisis, Díaz recomienda «hidratar el cuerpo cuando hay náuseas y vómitos con bebidas isotónicas». No hay que olvidar, continúa el experto, «que no existen dietas milagro para prevenirlas, aunque incrementar el consumo de frutas, verduras y pescado en vez de carne puede ayudar a disminuir su aparición»
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