Uno de los componentes del vino; el resveratrol, es un antioxidante presente en la piel y en las pepitas de la uva, sobre todo de la tinta, que ayuda a retrasar el envejecimiento y a prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
También es anticancerígeno, antiinflamatorio, regula el nivel de azúcar y es vasodilatador. Además, los taninos, que dan al tinto su color característico, previenen las enfermedades cardiovasculares.
Claro que el alcohol tiene también una serie de contraindicaciones que no se pueden obviar: el volante, la edad, la diabetes o el embarazo son algunas de ellas. Hasta ahora. Porque el '0,0' ha conquistado también al mundo del vino. El último en subirse al carro ha sido el Instituto de la Vid y del Vino de Castilla La Mancha (Ivicam), que ha logrado producir un vino sin alcohol. Toda una revolución en el mundo de la uva, que abre un abanico inmenso de posibilidades para una bebida cada vez menos consumida.
«No es zumo de uva o mosto». Así se apresura a matizarlo el director de este centro tecnológico dependiente del Gobierno regional, Alipio Lara. «El zumo de uva es la uva exprimida que da lugar a un zumo riquísimo de una fruta. Y el vino sin alcohol consiste en coger ese vino y eliminarle la graduación manteniendo todos sus componentes. Es decir, aquí se trata de reconstituir las partes del vino que son más volátiles que el alcohol, que desaparece, y después recuperar, por un lado, los olores y por otro, los sabores», apunta el director de este organismo público, con sede en Tomelloso (Ciudad Real), que se dedica a la investigación del vino y de las variedades de la uva.
Los resultados de esta investigación se han presentado ya a varios empresarios bodegueros, que ahora podrán apostar por esta nueva bebida. Solo en Castilla La Mancha, de hecho, existen 22 millones de hectolitros de vino que urge vender y el vino sin alcohol es, sin duda, una buena alternativa. No en vano, ofrece «las mismas características que el vino», pero sin graduación alcohólica.
Sin embargo, Castilla La Mancha no ha descubierto el Mediterráneo. Galicia le lleva la delantera. Desde hace algún tiempo, empresas vinícolas como 'Élivo' comercializan este producto alternativo sin perder las cualidades típicas del vino. Otras bodegas de las denominaciones de origen Ribera del Duero y Jumilla han seguido su ejemplo y ahora le ha tocado el turno a la potencia vinícola de Castilla La Mancha.
El Diario Montanes
Noviembre 29, 2010
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