En la medida en que la industria alimentaria reaccione a los cambios en hábitos y deseos del consumidor observados en los últimos tiempos, así como a aspectos demográficos y otros factores de cambio en los mercados, las posibilidades de éxito comercial serán mayores. Para ello, sin embargo, es necesario que la investigación, el desarrollo y la innovación en el sector aborde esos factores. JULIANA ALBUREZ hace un interesante análisis del enfoque a seguir.
En una realidad tan dinámica como en la que se encuentra el sector alimentario, la ciencia, la tecnología y el conocimiento del consumidor se perfilan como ejes estratégicos sobre los que se deben basar los nuevos planteamientos de la industria alimentaria. En un contexto en el que ha experimentado una racionalización de la innovación, se observan sin embargo nuevas actitudes a la hora de tomar decisiones de compra que aportan un hilo de luz en la apuesta por la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+i) en productos y procesos. La salud y bienestar, el individualismo, la sostenibilidad y protección ambiental, la inocuidad, la conveniencia o la búsqueda de nuevas experiencias y sensaciones a través de la comida, son algunas de las tendencias que perdurarán en el mercado. A su vez, continúan perfilándose "nuevos" grupos de consumidores con poder adquisitivo, sin cargas familiares y que buscan la satisfacción personal y nuevas experiencias a través de la comida. Estos son algunos de los rasgos comunes de los consumidores que mayor potencial tienen actualmente para la industria alimentaria, incluyendo: "dinkis" (parejas jóvenes sin hijos y con doble sueldo), "singles"acomodados, "kidults" (treintañeros no independizados) o los "ageless" (mediana edad queentrará en la fase senior a mediano plazo).
Y continúan apareciendo nuevos consumidores ligados a patrones de comportamiento muy particulares, como los "transumers", que se caracterizan por acumular experiencias y por la necesidad constante de satisfacción inmediata. Hacen gala de una filosofía nómada y les incomodan los comportamientos rutinarios. Utilizan su tiempo en la búsqueda continua de nuevas sensaciones, experiencias, sabores, nuevos productos y consumos que ofrezcan momentos más interesantes, intensos, vivos. Basan su comportamiento de consumo en algo emocional, donde priman los valores sensoriales por encima del precio...
Autor
Juliana Alburéz, Consultora Senior, Alba Consulting, Colombia; especialista en análisis y estrategia de mercados.
Ingeniera en Alimentos, MBA, Universidad de La Sabana, Bogotá, Colombia..
Ingeniera en Alimentos, MBA, Universidad de La Sabana, Bogotá, Colombia..
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